- Tendrán que pasar casi 11 años para cubrir el déficit de 4 mil 129 elementos y la Unipol tendría que egresar a 900 elementos cada año paras cumplir con las metas del sexenio.-
Culiacán, Sinaloa 23 enero 2023.-“Los operativos militares de octubre 2019 y enero de 2023 revelaron que la seguridad pública en nuestro estado está sostenida con alfileres y las capacidades actuales de las policías locales son francamente relativas frente a sucesos de alto impacto en los que la sociedad sinaloense ha quedado en absoluta indefensión”, planteó la diputada de Movimiento Ciudadano Celia Jáuregui Ibarra durante la comparecencia del secretario Cristóbal Castañeda ante el pleno de la LXIV Legislatura de Sinaloa.
Expuso que no hay compromisos medibles, programas, acciones o cronogramas de la Secretaría de Seguridad de Sinaloa para asumir el control civil de la seguridad pública en el 2028 cuando venza el plazo para que los militares salgan de las calles.
Argumentó que según datos de la Secretaría de la Defensa Nacional, en todo el estado había hasta el año pasado solamente 779 policías estatales y 4 mil 529 efectivos municipales en los 18 municipios. Es decir, hay un total de 5 mil 308 efectivos para brindar seguridad a 3 millones 26 mil 943 habitantes.
Si consideramos –agregó- que el número sugerido por la ONU es de 3 policías por cada mil habitantes, estamos muy lejos de los casi 10 mil elementos que necesitamos. Y si tomamos el número de egresados del año pasado (382), tendrán que pasar casi 11 años para cubrir el déficit de 4 mil 129 elementos y la Universidad de la Policía (UNIPOL) tendría que egresar a 900 elementos cada año paras cumplir con las metas del sexenio”.
Durante su intervención, la legisladora expuso que “el derecho a la seguridad ha sido sistemática e históricamente negado a los sinaloenses que durante décadas se han debatido en la incertidumbre que inhibe el desarrollo humano y social en todas sus formas”.
Puntualizó que equiparado al de la salud, el derecho humano a la seguridad es esencial para la convivencia armónica y pacífica de cualquier sociedad. “Sin salud y sin seguridad no hay vida ni democracia posibles”, concluyó.