@DavidCAlvarez
Como lo vengo diciendo desde hace años, el boom inmobiliario mal planeado traería como consecuencia más temprano que tarde un caos vial que ya es notable en varios puntos de la ciudad.
Y el caos vial se incrementa con el regreso a clases y en horas pico sin que la autoridad haga nada por ponerle remedio.
Pero eso sí, vemos torres y torres de departamentos y plazas comerciales construyéndose por toda la ciudad sin que, en el gobierno municipal, particularmente en la Dirección de Planeación, hagan algo para ordenar el desarrollo urbano y evitar futuros problemas.
El desarrollo de la ciudad es inevitable, pero lo que no es inevitable es que tenga que crecer a lo tonto y sin pensar en el daño que se le hará a los servicios públicos y vialidades que deben soportar un desarrollo urbano sustentable y ordenado.
Se supone que tenemos varios colegios de ingenieros y de arquitectos y hasta un Instituto de Planeación Municipal (IMPLAN) que deberían estar atentos a que el desarrollo urbano sea ordenado.
La realidad es que los colegios a que me refiero y el mismo IMPLAN parece que solo están pintados porque no tengo noticias de que hagan algo para evitar los males a que me vengo refiriendo.
Pronto vamos a pasar horas y horas en el tráfico para trasladarnos de un punto a otro, cuando con una buena planeación podríamos hacerlo en quince minutos.
Y no estoy exagerando, lo mismo paso en las grandes ciudades que también crecieron desordenadamente y luego no supieron como atender los problemas derivados y terminaron construyendo segundos pisos y a cómo van, van a tener que construir tercer y cuarto piso.
Los embotellamientos ya están a la vista de todos y los mazatlecos ya estamos aprendiendo donde y en qué horas se están dando, pero no había necesidad de esto.
Una ciudad bien planeada, un desarrollo urbano ordenado y sustentable no es algo que debamos rogar a nuestras autoridades.
El desarrollo urbano ordenado y sustentable forma parte del derecho a un medio ambiente sano que nos otorga el artículo 4° constitucional y las autoridades municipales tienen el deber de garantizar que podamos gozar de él.
Esta garantía implica que el gobierno municipal debe vigilar que el desarrollo inmobiliario no afecte los servicios correspondientes o, dicho en otras palabras, debe vigilar que las vialidades no colapsen.
Salta a la vista que en el gobierno municipal están muy entretenidos con viajes y haciendo negocios y no van a hacer nada para frenar el caos vial.
Como siempre, nos toca a los ciudadanos actuar. ¿Lo haremos? y, sobre todo, ¿lo haremos a tiempo?
*Director Fundador de Bufete Álvarez & Asociados y presidente de Acciones Colectivas de Sinaloa AC
Fotos de archivo con fines ilustrativos: Noroeste/El Sol de Mazatlán