Por Sara Lovera*
SemMéxico, Ciudad de México, 27 de mayo, 2024.-El próximo domingo 2 de junio, las mujeres decidirán el resultado final porque ellas representan el 52 por ciento de las votantes y porque las mujeres mayores de 30 años votan mucho más que la juventud. En 2018, el 66 por ciento de las mujeres acudió a las urnas mientras que los hombres representaron el 58 por ciento de los votantes.
Las mujeres además, son mayoría en las casillas y en las representaciones partidarias. La mayoría de quienes organizan el proceso. La pregunta es, si esos votos se orientarán por una de las dos ofertas electorales de las candidatas a la presidencia de la República. No parece claro.
Otra interrogante es sobre cómo afecta la decisión electoral de las mujeres el tema de la violencia y la inseguridad. Todo es un enigma.
En los años 50 y 60 las mujeres estuvieron a favor de lo tradicional, más conservadoras que los hombres, pero en años recientes, según especialistas, las mujeres han votado más por la visión progresista.
La creciente participación en paridad, ¿ha sido un factor? No es claro, cuando al participar ha significado que arriesgan su integridad. Eso, ¿incentiva o inhibe el voto femenino?. No sabemos.
Mientras que en 2018, 18 mujeres, candidatas y políticas fueron asesinadas, en 2024 han ocurrido 12 asesinatos de mujeres, 15 atentados, tres secuestros y una amenaza contra mujeres aspirantes. Las causas no son tan diferentes cuando se trata de hombres.
Estos hechos podrían o no definir la postura electoral. Lo cierto es que hay cambios entre hombres y mujeres. Ellas, nosotras, claramente se colocaron al centro izquierda, en las últimas décadas. No sabemos si las impacta el discurso feminista y su agenda. O les importa la representación, de la cuota (1996) a la paridad, 2014.
Se pensó que en esta elección, porque una mujer será presidenta de la República, el género y las brechas fueron tema de discusión, si es una disputa. Eso ¿Inclinará el voto femenino?.
Si las mujeres son más progresistas, ¿qué alianza las representa más? No está claro. Saber que la 4t , donde las mujeres perdieron, está, sin duda en la cancha de la oposición y por la otra está el discurso “progresista” de la candidata oficialista, que ¿realmente impacta?.
Habría que preguntarse si impacta la violencia electoral en la decisión de las mujeres. Saber que las entidades más peligrosas para las mujeres en la política son Michoacán y Chiapas, significa algo?
Si es tema la inseguridad, ello ¿las determinará?. Lo cierto es que la construcción de la condición femenina, por su calidad de cuidadoras, podría hoy colocarlas mucho más cerca del discurso de la oposición.
A las votantes parece que no les entusiasma la participación en puestos de decisión, que ha crecido exponencialmente en la última década. Saben que 9 gubernaturas femeninas no cambiaron su situación. Hoy sólo habrá 2 gobernadoras, en Guanajuato y Morelos.
Lo cierto es que son mayoría, el 57 por ciento de las candidaturas, garantiza el 50 por ciento en el Congreso federal y en los congresos locales, ¿qué les dice a las mujeres cuando la violencia no cesa? Eso tampoco les entusiasma.
En las campañas electorales, la discusión se centró en la polarización política generada desde la presidencia. ¿Cómo las perciben las mujeres?
A pesar de lo que llaman “tiempo de mujeres”, ninguno de los temas polémicos que las definirían fue discutido. Ni aborto, ni oportunidades laborales, ni las trabajadoras. Lo que sí está es la condición de las madres buscadoras y quienes buscan justicia por los feminicidios de sus hijas. Ello puede colocar en la decisión de las mujeres. Pero insisto es un enigma, mientras las brechas entre una alianza y otra, se han cerrado. Si las mujeres van a decidir ¿Por quién votarán? Veremos
*Periodista. Directora del portal informativo http://www//semmexico.mx