Manipulación de estadísticas para falsear la realidad por rentabilidad política..-
Por Mario Martini y Valentina Ramírez
Tres sexenios, mismo saldo
Mientras los ex presidentes se reparten culpas, el crimen avanza. Cambian los discursos —guerra frontal, “nuevo enfoque”, “abrazos, no balazos”— pero la evidencia muestra una línea continua de homicidios al alza, desapariciones y feminicidios que ningún gobierno ha logrado revertir.
Panorama comparado por sexenio (2006–2024)
| Indicador | Calderón (2006–2012) | Peña Nieto (2012–2018) | López Obrador (2018–2024) |
|---|---|---|---|
| Defunciones por homicidio (INEGI) | ≈ 121,000 | ≈ 156,000 | ≈ 190,000+ |
| Víctimas de homicidio (SESNSP) | — | ≈ 104,000 (2015–2018) | ≈ 185,000 (2019–2024) |
| Feminicidios registrados (SESNSP) | — | ≈ 2,500 | ≈ 5,250 (2019–2024) |
| Personas desaparecidas (RNPDNO) | ≈ 26,000* (no comparable) | ≈ 38,000 | > 54,000 |
| Capos u objetivos prioritarios detenidos | ≈ 37 listados* | 122 programados / 109 ubicados | — |
*Notas metodológicas: Las series históricas no siempre son comparables por cambios de definición, cobertura y registro. “Defunciones por homicidio” (INEGI) difiere de “víctimas de homicidio” (SESNSP). Los listados de “capos” y “objetivos prioritarios” responden a criterios cambiantes entre dependencias y periodos.
Lo que muestran los datos
- La violencia letal crece y se mantiene alta pese a los cambios de estrategia.
- Las desapariciones se disparan y exhiben capacidades forenses y de búsqueda insuficientes.
- Los feminicidios aumentan con tipificación más visible, pero con brechas en investigación y justicia.

Sexo de poder: la feria de culpas
En cada transición presidencial se repite el libreto: el saliente culpa al entrante, el entrante al antecesor, y la ciudadanía asiste a una feria de culpas donde lo único estable es la curva de la violencia. La narrativa pública se convirtió en un recurso de rentabilidad política: mover cifras, redefinir categorías o apelar a eslóganes para maquillar una realidad que desborda a las instituciones.
Capos detenidos: ¿métrica de éxito?
Las detenciones de “alto perfil” dan titulares, pero no garantizan desarticulación. Sin un ecosistema de justicia —inteligencia financiera, ministerios públicos capacitados, sistemas periciales y coordinación interestatal— el efecto suele ser fragmentación y reacomodo criminal.

Lo que no cambia
- Capturas sin justicia. Detener no es procesar ni sentenciar. La impunidad estructural alimenta la reincidencia.
- Federación vs. estados. La coordinación real es la excepción; la simulación, la regla.
- Víctimas en segundo plano. Sin atención integral, búsqueda y reparación, el Estado pierde legitimidad.
Conclusión: la seguridad pública en México fracasó como política de Estado. Cambiaron las palabras, no la sangre. Cambiaron los enemigos, no las víctimas.
Fuentes
INEGI (defunciones por homicidio); SESNSP (víctimas de homicidio, feminicidios); CONAVIM; RNPDNO (personas desaparecidas y no localizadas); FGR/PGR; reportes técnicos y series históricas 2006–2024. Notas metodológicas: series no plenamente comparables por cambios de criterios y cobertura.
Paralelo 23 – Periodismo Democrático y Tropical.


