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- Vecinos alertan peligro inminente por deslizamiento y desgajamiento del cerro por obras prohibidas de alta intensidad.-
Por Mario Martini
Mazatlán, Sinaloa, 20 de mayo 2023-Desde la falda poniente del Cerro de la Nevería el panorama muestra residencias y edificios magníficos que a espaldas de su majestuosidad ocultan el cinturón de miseria en el que viven 80 familias que invadieron la franja oriente del cerro hace unos 70 años. Es la convivencia contrastante de millonarios nacionales y extranjeros con indigentes y prostitutas que viven a unos metros de sus residencias como si estuvieran en la selva: sin agua, drenaje, luz, gas, en casas armadas con desperdicios de cartón, madera y anuncios que revelan la ironía del drama: “Busca Tu Casa” ofrece condominios y propiedades de lujo en toda la ciudad. El plástico promocional es la pared de una vivienda pobrísima.
Nadie que mira al cerro desde abajo o suba en plan turístico, detectará este contraste brutal entre la opulencia ofensiva y la miseria vergonzante, ambas conviviendo en el mismísimo corazón del Centro Histórico de la ciudad.
Como ocurre en la franja costera del puerto, la anarquía y corrupción fueron y son las herramientas de desarrollo urbano en el cerro, en el que no hay ley ni voluntad política de las autoridades para hacerla cumplir. Incluso hay un desarrollador que se autonombra el Rey del Cerro. Rodolfo Velarde se llama, dicen vecinos.
No podemos cancelar permisos otorgados por la anterior administración porque nos exponemos a demandas millonarias por daños y perjuicios”, reconoció el alcalde Edgar González, quien aseguró que en los 6 meses que tiene al frente de la administración no han otorgado un solo permiso en el cerro. Pero tampoco hay intención de revisar que las obras en proceso cumplan con las limitaciones de los permisos otorgados por el gobierno del Químico Luis Guillermo Benítez Torres que “no debieron otorgarlos”, reconoció el alcalde.
Este espacio con rey pero sin ley –con la mejor vista del puerto- provocó que varios inversionistas extranjeros, principalmente canadienses y norteamericanos, decidieran vender sus propiedades y emigrar a otros destinos de retiro, dejando abierta la puerta para que sus viviendas unifamiliares puedan ser adquiridas por el temible Cártel Inmobiliario Marismeño (CIM) que está en todas partes, comiéndose a la ciudad.
Un caso ilustrativo es el del norteamericano Dwith Krone que adquirió su vivienda de un iraní hace 10 años, seducido por la vista magnífica hacia el Paseo de Olas Atlas. Incluso compró el terreno de enfrente para que nadie pudiera taparle la vista. Sin embargo, su tranquilidad fue quebrada por el vecino que violando la ley, reglamentos y uso de suelo, fue construyendo un enorme edificio de unas 20 habitaciones que utiliza para rentas turísticas sin que exista autoridad que se lo impida.
Mónica Sandoval, representante de la Unión de Vecinos del Cerro de la Nevería por el Bien Común A.C., compareció este 19 de mayo en la sesión de cabildo abierto para denunciar el peligro inminente en que viven decenas de familias “por deslizamiento de material rocoso y desgajamiento del cerro por obras de alta intensidad y carga de población excesiva y fuera de norma”.
Argumentó que el Plan Director de Desarrollo Urbano de Mazatlán y el Plan Parcial del Centro Histórico establecen que el uso del suelo en el Cerro de la Nevería es H1; es decir, es apto solamente para desarrollo habitacional de baja intensidad poblacional de hasta 100 habitantes por hectárea con un máximo promedio de 100 m² por cada habitante y 20 viviendas por hectárea.
La dirigente concluye:
Solicitamos muy respetuosamente a este cuerpo colegiado en máxima autoridad nuestro municipio se tome las medidas administrativas y legales pertinentes para limitar el deterioro del medio ambiente, de la calidad de vida y salud de los vecinos, así como de las condiciones de riesgo a que está expuesta la población de la zona del cerro, sobre todo ahora que se aproxima la temporada de lluvias.
