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- Llegamos a 48 años…, en el periodismo.-
Durante semanas, el Gran Operador de Palacio mantuvo su diagnóstico: con eso será suficiente. Y sí, el trámite del juicio político corría tranquilo en el Congreso Local a pesar de la inopinada oposición de la fracción pasista. Pero la defensa del viejo leguleyo que es el alcalde culiche Jesús Estrada Ferreiro obligó a emprender acciones más expeditas.
También hay quienes aseveran que el consejo les llegó de la Secretaría de Gobernación, donde les advirtieron que el caso iba débil. En efecto, dentro del Congreso no había riesgo de derrota, pero en muchos casos, la actuación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sido contradictoria con los proyectos de la Cuarta Transformación. Y si a eso le agregamos que Estrada Ferreiro ha sido por décadas un abogado experto en machincuepas, que lo mismo tumban una orden de aprehensión que un laudo condenatorio en lo laboral mediante amparos que parecían torpes e inofensivos, entenderemos por qué se encendieron las alarmas del tercer piso.
La obtención de un amparo que evita el desafuero en tanto la Corte no decide el fondo de la demanda interpuesta por Estrada Ferreiro fue una advertencia muy seria, aunque el primer análisis hecho entre el uno y el dos, o del dos al uno, dijese que no, que no pasaba nada.
Entonces el juicio político emprendido y prácticamente concretado, pasó a ser el plan B y se creó otra vía: la Fiscalía General de Justicia, que tan pachorruda ha estado desde su renovación, creó en tiempo récord las carpetas y expedientes necesarios, los hizo llegar al Congreso, y ahí está, a punto de obtener la declaración de procedencia que permita retirar el fuero que protege a Estrada Ferreiro y someterlo a juicio por irregularidades en su administración del municipio culiche.
Es por eso que el pobre Estrada reaccionó perdiendo el juicio, todavía no el legal, sino el de su fuero interno; es decir, se desaforó solo y se fue a realizar una tourné de medios en la que despotricó contra el gobernador, contra el secretario general de gobierno, contra los operadores del Congreso, llegando al extremo de meterse en las vidas privadas de algunos de ellos.
Después de adjetivos, descalificaciones, acusaciones y demás chisporroteo, aseveró que él siempre ha estado dispuesto a dialogar, cerrando con sus palabras cualquier posibilidad de que ese diálogo pudiese fluir, como ya lo estableció con toda oportunidad el gobernador: con ese señor no se puede dialogar, dijo, aludiendo a la retahíla de insultos que suelta cada vez que toca el tema.
A Estrada Ferreiro todavía le quedaba la esperanza de que en la Secretaría de Gobernación se forzara a Rocha y a su gobierno a negociar y a darle la oportunidad de continuar al frente del ayuntamiento, pero este segundo frente en la pinza legal lo ha golpeado, como se advierte en su discurso tan enfurecido y tan desesperanzado. “Para cuando llegue la cita en Gobernación ya me habrán quitado”, concluyó en una larga charla radiofónica con Luis Alberto Díaz, a quien advirtió que seguiría adelante en la lucha, a pesar del cerco informativo con que lo estaban encerrando, cuando se llevó unos veinte minutos de programa a nivel estatal, diciendo cuanto se le ocurriera.
El primer juicio fue motivado por las quejas de viudas de policías municipales muertos en el cumplimiento de su deber, a quienes el alcalde criminalmente les regatea el monto de sus pensiones; el segundo fue por la no aplicación de descuentos a adultos mayores, jubilados y discapacitados por consumo de agua potable, además de una exigencia de juicio político hecha por un colegio de abogados al que se le notó que se fue a la cargada.
Al cambiar de vía, el secretario general de gobierno, Enrique Inzunza Cázares, prácticamente reconoce que Estrada Ferreiro le ganó en su campo: el manejo de los procesos judiciales. La larga carrera del número dos del tercer piso en la judicatura no le alcanzó para doblegar al abogado leguleyo, casi huizachero que Estrada ha sido siempre.
- ¿ES SÓLO ESCARMIENTO?
Dice el munícipe que la Fiscalía lo está acusando de malos manejos por 40 millones de pesos que le señaló la Auditoría Superior del Estado, pero que es una cantidad ya solventada en su mayor parte, que si acaso le quedarían pendientes menos de doscientos mil pesos. Si la voluntad, como se ve que sí, es echarlo, con eso sería suficiente.
Pero entonces vale la pena preguntarse si la Fiscalía va a actuar de la misma manera en todos los casos. Hay que recordar que las cuentas públicas de las anteriores administraciones (algunas de ellas reelectas) fueron reprobadas en el Congreso, y que eso abre espacio para que también se solicite juicio de procedencia contra los demás alcaldes.
Por lo pronto el de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres, tiene varios pendientes acumulados y por cantidades mucho mayores que lo que ahora le reclaman a Estrada Ferreiro, aunque el gobernador ha dado señales de no estar interesado en abrir ese frente.
- ELECCIONES DE ESTADO Y DEL FUTURISMO
Pocas sorpresas se prevén para hoy en los estados donde se realizan elecciones de gobernador. Morena tiene amarradas cuatro victorias (Oaxaca, Quintana Roo, Hidalgo y Tamaulipas) y pelea férreamente en Durango. Claro que la ambición totalitaria que ciega a los morenistas los lleva a declarar triunfos anticipados también en Aguascalientes.
Dos cosas se han dicho de este proceso electoral: que la participación del narco puede ser decisiva, y que se trata de una elección de estado.
Lo del narco es algo que se viene diciendo, pero no discutiendo. Como es lógico, todo Morena rechaza la acusación que cada día se generaliza más, pero no quiere analizar los casos ni mucho menos las versiones. Mientras tanto, esas aseveraciones siguen ganando terreno y con ello se le da carta de naturalización a la presencia del crimen organizado, con acuerdo o sin acuerdo.
También se habla de la elección de estado, con un elemento incuestionable: la presencia de miembros del gabinete en las campañas de los candidatos de Morena. Lo que el PRI hacía en sus tiempos de partido único y luego en los de partido hegemónico, es retomado ahora por Morena. Si los priístas cedieron a los señalamientos de la opinión pública, Morena los ignora.
Hace apenas unas semanas se anunciaron sanciones a personajes y al partido por haberse movilizado en campaña para conseguir la ratificación de AMLO en la consulta popular de abril, es evidente que lo mismo puede y debe proceder para quienes han incurrido en esta actitud, que la izquierda denunció siempre como una irregularidad y como un uso indebido de los recursos públicos.
Pero hay un detalle adicional: a las campañas no va cualquier secretario de estado. Nunca hemos visto al Secretario de Hacienda ni a la del Trabajo, ni siquiera a la de Economía en un cierre de campaña o en eventos similares. Los que han acudido son la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheimbaum, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López; es decir, las corcholatas del presidente, a quienes las porras arregladas de morenistas gritan presidente/presidente/ presidente.
En el programa sabatino de Sinaloa en Línea, Elio Edgardo Millán me aclara que también Ricardo Monreal acudió a un cierre de campaña, pero es evidente que él acudió en plan de solovino, sin la instrucción de AMLO, y que por ello nadie se atrevió a lanzarle el grito de batalla.
Desde la movilización de gobiernos federal, estatales y municipales, sus empleados y sus recursos, para conseguir las firmas que hicieran realidad la consulta de revocación-ratificación de mandato y luego para hacer que la gente participara yendo a votar (y hacerlo respaldando a AMLO) quedó claro que la Cuarta Transformación no pararía en nada para impulsar sus proyectos electorales. La frase presidencial de “y no me vengan con el cuento de que la ley es la ley”, es la perfecta ilustración de los criterios en el ejercicio de la política oficial, aunque luego nos aclaren que no son iguales a los que antes procedían de la misma manera, aunque sin decirlo.
Hoy veremos cómo la oposición se estrella ante el poderío de un presidente sumamente popular al que mucho le ayuda el descrédito de los partidos y políticos que lo combaten.
- LA INAUGURACIÓN
La familia Cuén, que no sólo anda en la política, sino que tienen inversiones privadas en Culiacán, decidió extender sus actividades a Mazatlán, y seguramente tras un profundo estudio de mercado, descubrió que en el puerto hacía falta un bar, más concretamente un sport bar, y se animó a hacer una inversión de varios millones de pesos.
Y si en la política de antes se estilaba que al dar a luz a un nuevo hijo los protagonistas lanzaban al mundo la evidencia de que estaban juntos, que eran falsas las versiones de pleitos y alejamientos, hoy no lo hacen con bautizos ni bodas apadrinadas, sino con inauguraciones.
Por eso el encargado de cortar el listón fue el compadre gobernador, Rubén Rocha Moya, quien así firmó la aseveración de Héctor Melesio Cuén: no hay pleito, no hay distancia sino aprecio y hasta disposición para seguir haciendo política juntos. Cualquiera sabe que un puesto público está sujeto a muchas circunstancias, y que a veces hasta los más cercanos deben sacrificarse, pero cuando la corrida de toros se dio con tantos avisos de la autoridad, no es un encuentro sereno, las cosas se enconan, o eso ocurría antes. Nomás faltó que le cambiaran la chapa.
Si Enrique IV dijo que París bien vale una misa, cuando pasó de protestante a católico para amarrar el trono francés, Cuén debe razonar que la UAS bien vale un listón inaugural, y hasta más.
- DOS RECUERDOS
La semana pasada falleció la cantante Elisa Pérez, hija del trovador del campo, Luis Pérez Meza y gran promotora cultural de nuestro estado.
La conocimos en la primera mitad de los años 70, cuando iniciamos labores en El Correo de la Tarde. Entonces era esposa de nuestro compañero Manuel Burgueño Orduño, con quien tuvo una familia entrañable. Elisa reemprendió el camino del estudio y por su cuenta hizo una carrera universitaria que la relacionó con el ámbito cultural. Ya separada de Manuel, nos tocó recibir junto con ella la noticia de que él había fallecido, tras el cobarde atentado que le segó la vida.
Con su esposo Hernando Hernández formó una gran dupla como pareja, como artistas (él fue su director artístico y compositor de varias de las canciones que Elisa lanzó con su voz, de las que hay varias muy recordadas, como la de la Machado y la cumbia del Güilo Mentiras, dedicada a Dámaso Murúa) y como promotores juntos crearon el Museo de la Música del sur de Sinaloa, dedicado fundamentalmente a don Luis Pérez Meza, pero enfrentaron el desdén de autoridades como el gobernador Mario López Valdez, quien por cerrazón dejó morir varios proyectos importantes. Su muerte nos llena de tristeza.
El otro recuerdo inicia casi por las mismas fechas. El tres de junio de 1974 acudimos al llamado que Abraham García Ibarra hizo a través de El Correo de la Tarde para tomar cursillos de periodismo. Han transcurrido 48 años ya y mantenemos el profundo agradecimiento a las enseñanzas de don Abraham, las que ahí recibimos de Francisco Lizárraga Ochoa y la convivencia con los compañeros del taller, Venancio Sánchez Ávalos, su esposa Cary, Jorge Osuna, el Chato, su hijo Jorge Osuna Guerrero, don Lencho, a quien conocíamos como “el chico Guanabacoa”, por decisión propia, Moisés Romero, Gabriel Mellado; Héctor Benjamín Quintero Moreno, Wilfrido Elenas Luna, José Ramos Quintero, Ramón Hernández Barrios en la redacción, el general Manuel Cañedo en la logística, Rafael Franco Zazueta, otro maestro con toda la barba y muchos más que desfilaron por ese proyecto alucinante que nos atrapó y aquí nos tiene casi a la distancia de medio siglo.
Muchas gracias a todos ellos y a todos ustedes por permitirnos seguir en esta brega.
Fotos de archivo con fines ilustrativos