Domingrilla/Descuenizar a la Universidad/Francisco Chiquete

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  • ¿Sanción o jugada política!.-
  • Sheimbaum gana terreno.-
Por muchos años, México estuvo esperando a que los malos funcionarios fuesen sancionados por desempeñar dolosamente mal el ejercicio de sus funciones. Hoy ha iniciado formalmente ese proceso, pero a muchos nos trae la sensación de un uso político que incluso pasa por encima de las leyes, a propósito de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa.
Habremos de esperar, como sociedad, a ver qué ocurre en el caso del exprocurador General de la República, Jesús Murillo Karam, a quien se carga ahora la responsabilidad casi completa de lo ocurrido en Iguala, Guerrero, así como las decenas de personas a las que se ha librado orden de aprehensión por su participación en los hechos.
De entrada llama mucho la atención que quienes hoy están en el gobierno alentaron siempre la versión de que los muchachos estaban vivos, escondidos y refundidos en un campo militar, lo que implica que sus plagiarios fueron soldados. También se desmentía la versión oficial de que el grupo fue asesinado, cremado en un basurero y sus restos tirados en el Río Grijalva, desarticulando con sus dichos la llamada “verdad histórica”.
El encargado de llevar el caso, el subsecretario de Gobernación Alejandro Encinas, sin embargo, dio una versión formal de los hechos en la que se repite, casi palabra por palabra, que los jóvenes fueron asesinados, que se les cremó y sus restos en efecto, fueron diseminados en el Rio San Juan, aunque ni antes ni ahora se hayan podido localizar más restos. Sólo los correspondientes a tres de las víctimas.
La diferencia es que en una segunda parte, Encinas establece que se trató de un crimen de estado. Que el gobierno manipuló los hechos para protegerse y que inventó o consiguió mediante torturas las declaraciones de los inculpados. Incluso que ha hecho desaparecer a varios de los responsables para que no puedan declarar la verdad.
A partir del arribo del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, las investigaciones sobre el caso cambiaron de rumbo. Ya no se buscó a los asesinos, sino se persiguió a los funcionarios encargados del caso, y llegó a ocurrir la liberación de al menos diez personas que estaban confesas. Se les obligó a incriminarse mediante torturas, se dijo. El caso es que no fueron liberados simples chivos expiatorios, sino elementos importantes del grupo delictivo al que tanto hoy como antes se responsabiliza y se responsabilizaba del secuestro y asesinato masivo y que además habían sido señalados por otros delitos que ahora ya están impunes.
El momento es muy importante. Que el gobierno federal logre acreditar con toda seriedad, más allá de cualquier duda de contaminación política, la responsabilidad de funcionarios del estado mexicano en la ejecución de los hechos, sería un precedente valiosísimo para la vida nacional.
Proceder sólo para dar un golpe político y salvar la cara en un caso cuya parte fundamental no pudieron cambiar, será otra burla a la golpeada justicia mexicana. Ayer por lo pronto el juez encargado del asunto contra el exprocurador Murillo Karam urgía a los fiscales a hacer bien su trabajo y los evidenciaba por no estar preparados. Parecía más fiscal que juzgador.
Por lo pronto, el director de Excelsior, Pascal Beltrán del Río, advirtió algo que ya han manejado varios especialistas: “si van a acusar a Jesús Murillo Karam de desaparición forzada, tendrá que ser por casos sucedidos después de septiembre de 2016, cuando se publicó la reforma constitucional en la materia. El problema es que (Murillo Karam) dejó de ser servidor público en agosto del 2015”. Lo que aprende uno en el twitter.
  • CLAUDIA SHEIMBAUM, LA CORCHOLATA PREFERIDA
La designación de una tercer secretaria de Educación Pública en este sexenio tiene más etiqueta de decisión electorera que de proyecto educativo. Leticia Ramírez es maestra de aula, aunque haya dejado la carrera hace muchos años, alejándose de los asuntos relacionados con esa especialidad, para convertirse en una activista política muy cercana al hoy presidente Andrés Manuel López Obrador.
Habiendo en Morena y en la izquierda en general una gran cantidad de especialistas en el ramo, el presidente escogió a una colaboradora entrañable, que sin duda alguna va a hacer lo que él le diga, sin pretensiones de dejar huella en su paso por esa dependencia tan importante. Otra vez la ecuación del 90 por ciento lealtad y diez por ciento experiencia para construir colaboradores.
Ya muchos han demostrado que al presidente no le preocupa el asunto educativo, como puede verse por las reducciones efectivas en el presupuesto del sector. No es que la inflación le haya comido al presupuesto neutralizándole los aumentos, es que cada año ha sido menor, aunque se expliquen otras acciones como complementos.
Por eso no extraña que ninguno de sus tres secretarios haya sido especialista en educación. No lo era Esteban Moctezuma Barragán, no lo es Delfina Gómez, quien hace mucho dejó de ser maestra para abrazar la actividad política como actividad central: su llegada a la SEP fue la vidriera que le dio permanencia pública con miras a la candidatura a gobernadora que ya trae en la bolsa. Por cierto se habla de que su última gran medida administrativa fue basificar a cientos de maestros, algo muy loable, salvo porque todos son del Estado de México, donde por supuesto ella contaría con la lealtad y el agradecimiento de los beneficiarios.
El presidente escoge a personas cada vez más cercanas a él para llenar los huecos que surgen en su equipo. No son especialistas, no son militantes destacados de Morena. Tienen que ser además, de todas sus confianzas, como es el caso de la inminente titular de la SEP, lo que garantiza por supuesto el manejo adecuado a su gusto en la selección de la corcholata finalista.
La despedida formal de Delfina fue el evento de presentación del programa de estudios que hoy se debate en el país (a nadie van a escuchar, pero todos lo debaten). Ahí la estrella no fue Delfina ni tampoco Leticia Ramírez. Fue la jefa de gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheimbaum, quien apareció como invitada especial y oradora principalísima, oportunidad que no tuvieron los demás aspirantes a la candidatura presidencial ni los otros secretarios del gabinete.
Si el presidente pudiera designar a la persona que garantice mayor incondicionalidad y por ello la más plena confianza, seguramente se decidiría por Adán Augusto López Hernández, el secretario de Gobernación, pero a pesar de los grandes esfuerzos suyos y de la dirigencia de Morena, el hombre no ha crecido lo suficiente como para ser una opción segura. Las encuestas se las siguen llevando muy parejos Claudia Sheimbaum y Marcelo Ebrard. Ella ya hiló dos meses por encima de él, sobre todo a partir de las señales que se mandan desde la Presidencia de la República.
Lo de Ricardo Monreal ya parece una autodenigración. “Soy el arma secreta del presidente para ganar la elección”, acaba de decir. Y sí, tan secreta, que ni el presidente lo sabe y mucho menos lo quiere.
  • SERÁ DURA LA BATALLA POR EL CONTROL DE LA UAS
El gobernador Rubén Rocha Moya ha mostrado que ya no está dispuesto a permitir que Héctor Melesio Cuén Ojeda siga haciendo política con cargo al territorio que formalmente pertenece al mandatario. Y es que no sólo se trataba de los espacios de gobierno que se le habían otorgado sino de las propias estructuras formales de Morena.
Defenestrados los catorce militantes pasistas que fueron electos como consejeros de Morena, el siguiente paso evidente es dominar el trabalenguas que se les ha atorado a los tres gobernadores anteriores: el arzobispo de la forzaguinda a la UAS quiere descontrolcuenizar. El que me la descontrolcuenizare, un buen descontrolcuenizador será.
En el poco tiempo que lleva al frente del gobierno, Rocha y su principal colaborador, el secretario general de gobierno Enrique Inzunza Cázares, han mostrado que una vez iniciado un movimiento no pararán hasta concretarlo, ajenos a la posibilidad de negociaciones e incluso al riesgo de enfrentar obstáculos.
El proyecto inicial es utilizar la vía política y convencer al rector Jesús Madueña Molina, de que aproveche las fiestas patrias para lanzar su grito de independencia, eche a los funcionarios que le ha impuesto el verdadero jefe político de la institución, Héctor Melesio Cuén, y gobierne en forma autónoma, obviamente recargado en los lineamientos del famoso tercer piso.
No lo va a lograr, de manera que tendrá que hacer uso de un plan B. A juzgar por las posiciones públicas que ha adoptado el jefe del control político del Congreso del Estado, Feliciano Castro Meléndrez, se puede lanzar una Iniciativa de Reforma a la Ley Orgánica de la UAS para cambiar los sistemas de elección de autoridades y echar fuera al cuenismo, que va ya en su quinto periodo rectoral consecutivo.
Ayer, sin embargo, en el programa de análisis que se transmite los sábados por el portal Sinaloa en Línea, el profesor Enrique Vega Ayala citó a un especialista en la vida de las instituciones universitarias, Miguel Casillas Álvarez, quien le hizo ver un detalle: de acuerdo con la ley: cualquier iniciativa de reforma a las leyes orgánicas de las Universidades, debe provenir de dentro de la propia institución en cuestión. Nada de que un partido u otro, o un personaje o grupo de iluminados se lancen al abordaje.
Claro que siempre queda el recurso presidencial de “a mi no me vengan con el cuento de que la ley es la ley”, pero ahí hay un asidero para los cuenistas. O la aparición milagrosa de especialistas de adentro, a quienes ya en ese plan y con “buena voluntad”, se les pueden reconocer méritos.
Queda el hostigamiento financiero, y para ello ya está en marcha el acuerdo de arqueos de parte de la Auditoría Superior de la Federación, y hasta la amenaza de dejar al tesorero esperando en la antesala cada vez que vaya por los cheques al palacio de gobierno. ¿Hasta dónde llegará eso?
Por cierto que Rocha Moya no oculta su procedencia cronológica: cuando era el gobernador electo, dio a conocer y reiteró que estaba escribiendo su lista de colaboradores con lápiz para poder borrar y hoy amenaza con no soltar los cheques. Obviamente son alegorías, pero en estos tiempos las listas (hasta del mandado) se elaboran en la computadora, no con papel y lápiz sino en las aplicaciones de notas de los teléfonos celulares; y la situación de fondos a instituciones públicas ha dejado de hacerse con cheques. Hoy se les hacen transferencias.
Esta columna otorga un generoso aunque restringido descanso a sus sufridos lectores. Volveremos con ustedes el domingo 4 de septiembre.
Fotos de archivo con fines ilustrativos
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2 thoughts on “Domingrilla/Descuenizar a la Universidad/Francisco Chiquete

  1. This work was supported by a National Institutes of Health NIH National Cancer Institute F99 K00 Predoctoral to Postdoctoral Transition Award to A Tarangelo 1F99CA234650- 01 and awards from the NIH 1R01GM122923 and American Cancer Society RSG- 21- 017- 01 to SJ Dixon. abscess doxycycline

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