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- Decepciona el pasaporte a la impunidad que dio al Químico.-
Lo que el gobernador había ganado ante la sociedad mazatleca con la salida del Químico Benítez de la Presidencia Municipal, lo tiró por la borda al designarlo secretario de Turismo. El mensaje es claro: puedes hacer trapacería y media, pero si conviene por interés político, se te puede ofrecer un lugar mullido que amortigüe tu caída.
Reiteradamente el gobernador dijo que no estaba interviniendo en la situación de Luis Guillermo Benítez Torres, pero a la hora en que la Auditoría Superior del Estado confirmó las irregularidades que todo mundo presumía, y después que movieron a la Fiscalía para que iniciara una investigación, Rocha Moya le extiende al Químico este controversial nombramiento.
¿Qué va a pasar ahora? ¿La ASE va a decir que siempre no halló lo que halló? ¿O será la Fiscalía la que le diga a la ASE que se equivocó y que el Químico es un ser limpio e impoluto?
Rocha Moya esgrime sus razones: lo designa secretario para “contribuir a la gobernabilidad y la adecuada marcha de las tareas públicas del municipio de Mazatlán”.
No es poca cosa sacudir al ayuntamiento de un elemento que hizo muchas barbaridades y que estaba colocando a la ciudad en muy malas condiciones, por ineptitud y por corrupción, según la propia Auditoría Superior del Estado. Tomar una decisión de ese tamaño requiere mucha voluntad política, sobre todo cuando está tan reciente la defenestración del alcalde de la capital del estado.
Pero ejecutar esa acción, que no es fácil, sólo para perdonarle públicamente las irregularidades detectadas en su administración, y las que seguramente van a seguir apareciendo en las cuentas públicas del 2021 y del 2022, es algo verdaderamente ofensivo para una sociedad tan agraviada como la mazatleca.
Rocha, al parecer, decidió sacar al Químico después de comprobar el rechazo de la sociedad durante la inauguración de la temporada de beisbol con aquella rechifla monumental. Si hubiese leído las reacciones de la comunidad ante cada comentario que anticipaba el desafuero, se habría dado cuenta de que no sólo tenía mala imagen, sino que tiene verdaderamente indignada a la comunidad. Es cierto que las redes sociales no lo son todo, pero son un reflejo indiscutible.
Por supuesto, no podemos eludir un elemento muy importante: las relaciones del Químico con el gobierno federal. Ayer se hablaba de una instrucción del secretario de Gobernación para darle una salida tersa, pero con ello sólo se explica, no se justifica esta decisión controversial.
¿Qué va a hacer este hombre a la Secretaría de Turismo? No se puede creer que Rocha le va a proveer del presupuesto suficiente para seguir viajando por el mundo “para promover a Mazatlán”, ni se puede pensar que tenga las estrategias que la ciudad necesita para fortalecer su posición en el mercado turístico. Por el contrario: si siendo un ganador en la Presidencia Municipal era un hombre resentido e intolerante, retirado del poder y exhibido ante la sociedad será todavía peor. Mal negocio para el sector al que se supone va a coordinar.
Entre las muchas quejas registradas al conocerse la noticia, hubo un comentario sobre el mal mensaje que esto da al sector más importante de Mazatlán. En efecto, habla de un uso político más que de una atención esmerada, pero el mal mensaje y el mal sabor de boca no quedan en el sector turístico. Se extienden a toda la sociedad.
Foto de archivo con fines ilustrativos/Redes Sociales
