Es un hecho notorio que cada temporada de lluvias, los vecinos de algunas zonas de la ciudad tienen que soportar pacientemente que sus casas y negocios se inunden cuando llueve con cierta intensidad.
Los afectados creen que no hay nada que puedan hacer para resolver ese problema que tiene muchos años.
Como lo he dicho en otras colaboraciones, si usted es uno de estos afectados, déjeme decirle que no tiene por qué soportar con resignación que su casa o negocio se inunde sin que nadie le responda por los daños económicos y a su salud.
Los afectados tienen dos vías para obtener no solo la reparación de los daños causados, sino también para lograr que el gobierno municipal haga lo necesario para remediar la situación y evitar futuras inundaciones.
Una vía es una acción colectiva para lo que se necesita que al menos treinta vecinos estén dispuestos a firmar la demanda correspondiente.
Esta vía ya ha sido explorada por vecinos del fraccionamiento Flamingos y el asunto está próximo a que se dicte sentencia que esperamos sea en favor de los vecinos.
Así como los vecinos de ese fraccionamiento se organizaron para presentar esa acción colectiva, usted y sus vecinos pueden organizarse para presentar su demanda colectiva.
Si necesita más información sobre los requisitos necesarios para una acción colectiva mándeme un correo electrónico para orientarlo sin costo ninguno.
Mediante la acción colectiva se buscan básicamente dos cosas: la primera, que el gobierno municipal le pague los daños causados por las inundaciones y, segunda, que ejecute las obras necesarias para que no se vuelva a inundar su casa o negocio.
El otro camino legal es un amparo que puede ser individual o colectivo. Mediante el amparo se busca que un juez federal le ordene al gobierno municipal que ejecute las obras necesarias para prevenir las inundaciones y los daños económicos y a la salud que sufren los afectados.
En el amparo no se puede obtener la reparación de los daños ya causados, pero puede buscarlos mediante la acción colectiva.
También puede optar irse por las dos vías; es decir, presentar un amparo por un lado y una acción colectiva por el otro.
Le advierto que no son juicios sencillos ni rápidos, pero los resultados pueden valer la pena en cuanto a su tiempo y, en su caso, el dinero que tendrían que invertir para tramitarlos exitosamente.
Si usted y sus vecinos ya están enfadados de que les llueva sobre mojado, organícense y pidan asesoría legal para que puedan evaluar si les conviene acudir a los tribunales buscando poner remedio a lo que no han puesto remedio las autoridades obligadas a hacerlo.
Foto de archivo con fines ilustrativos cortesía de El Sol de Mazatlán
*Director fundador de Bufete Álvarez & Asociados y presidente de Acciones Colectivas de Sinaloa A.C.