Observatorio/Del júbilo al desaliento/Por Mario Martini

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Varios capítulos de la larga pesadilla que hemos sufrido los mazatlecos con el peor y más vil alcalde de todos los tiempos ha pasado una y otra vez del júbilo al desaliento.
Presunto responsable de innumerables actos de corrupción que alcanzan varios cientos de millones de pesos y ameritarían varios años de prisión, Luis Guillermo Químico Benitez Torres se ha revolcado como musaraña en salmuera para evitar pagar el quebranto financiero y moral en que sumió a las instituciones del gobierno municipal y al pueblo mazatleco que lo sacó de la profunda mediocridad personal y lo ascendió al poder que ni en las fragorosas borracheras del Taller MéxIco imaginó.
Miren ustedes:
1.-Estuvo a punto de ser removido del cargo en 2021, inhabilitado y expulsado a patadas de Morena por cometer flagrante y pública violencia política en razón de género contra la Síndico Procuradora Elsa Bojorquez Mascareño.
La certeza jurídica de la mayoría de los magistrados del Tribunal Estatal Electoral provocó el júbilo del tumulto que exigía no otorgarle la candidatura para la reelección. Pero llegó el desaliento cuando sorpresivamente fue exonerado y obtuvo la candidatura de Morena en alianza con el Partido Sinaloense, al que luego traicionó guiado por su naturaleza.
La doctora Bojórquez fue abandonada a su suerte por Morena y terminó por ser lapidada y vilipendiada por el Químico y su pandilla, incluido el actual coordinador del Órgano Interno de Control que se las ingenió para reelegirse, no atender indicación ninguna de la doctora y no incomodar al alcalde con auditorías a la Dirección de Planeación o a las paraestatales que dejaron en la ruina.
2.-Luego llegó la elección de 2021 que auguraba una derrota en toda la línea por la percepción ciudadana de una administración corrupta, ineficaz y rapaz. Fueron muchas las denuncias públicas sobre abuso de poder, tráfico de influencias, despilfarro, terrorismo laboral y una larga lista de despropósitos, envuelta en traiciones y mentiras. Los mazatlecos esperaron jubilosos la voz de las urnas, pero otra vez cayó el desaliento por el refrendo a Benítez Torres por otros 3 años, arropado por la marca y la delincuencia que amenazó a otros competidores que eligieron callar.
La borrachera de poder -y la otra- continuó:
  • Enajenado retó a la Auditoría Superior de la Federación que lo requirió por más de 800 millones de pesos que no solventó ni en tiempo ni en forma.
  • Salió a flote el inescrupuloso contrato con Azteca Ligthing.
  • Con acciones cotidianas confirmó la mediocridad y corrupción del gabinete.
  • Engallado por la impunidad retó a la Auditoría Superior del Estado y a la Comisión de Fiscalización del Congreso que lo conminaron reiteradamente a que no hiciera más adjudicaciones directas y se abstuviera de contratar deuda sin fuente de pago. No hizo el menor caso sino todo lo contrario: las violaciones fueron escalando de 2019 a 2021, tres cuentas públicas no aprobadas por el pleno legislativo.
3. Vino entonces la operación política – encubierta en “renuncia”- para retirarlo del cargo, lo que otra vez llenó de júbilo a los mazatlecos. Pero inmediatamente sobrevino el desaliento cuando el gobernador lo nombró Secretario de Turismo con la anuencia de cargar con sus parejas sentimentales.
4. Este martes 07 de febrero fue corrido otra vez, ahora de la Secretaría de Turismo, para enfrentar por lo menos 10 demandas penales y 2 solicitudes de juicio político. El júbilo popular puede compararse al triunfo de MéxIco sobre Cuba y Venezuela en la Serie del Caribe.
Hoy estamos en el clímax del festejo, imaginando al Químico tras las rejas en el penal del Habalito del Tubo, viendo a las autoridades fiscales y judiciales embargando sus propiedades y a policías federales y ministeriales capturando a todo su gabinete -incluyendo a las amasias viajeras, una de ellas bastante grave por efecto de cirugías plásticas excesivas- para que devuelvan al pueblo lo robado.
Pero la triste experiencia de esta pesadilla colectiva no descarta que el desaliento pudiera cobrar vigor con una sentencia menor que -por arreglos políticos o machincuepas jurídicas- permita al Químico seguirse dando una vida de película en libertad con dinero ajeno, sumiendo nuevamente a los mazatlecos en otra profunda decepción en el combate a la corrupción que fue la bandera que consiguió el poder absoluto a la llamada cuarta transformación.
Júbilo y desaliento van de la mano y son arreos propios de la política salvaje, ni hablar.
Saludos cordiales
MM
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