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MAR DE FONDO
- Los 111 millones del «perdón».-
Como lo adelanté, el asunto de NAFTA llegó a su fin. La empresa desistió de la reclamación que tenía pendiente contra el ayuntamiento.
Y ni tardo ni perezoso el Químico se aprestó a echarse flores y saludar con sombrero ajeno, atribuyendo a sus buenos oficios el desistimiento de la reclamación.
Desde el punto de vista estrictamente profesional y en mi muy personal opinión, la empresa se bajó del ring cuando iba perdiendo la pelea. Es decir, se desistió de seguir con la nueva reclamación cuando había perdido en primera instancia.
Como sea y aunque profesionalmente opino que el resultado final en tribunales de esta segunda reclamación iba a ser favorable al ayuntamiento, es bueno que ya no tenga pendiente ese litigio que le costó millones de pesos a las finanzas municipales.
Dudo mucho que la amistad que tanto presume el alcalde haya sido lo que influyó en el resultado final del pleito.
Simplemente se hicieron cálculos estratégicos y seguramente esos cálculos llevaron al desenlace.
Mal se ve el Químico saludando con sombrero ajeno buscando colgarse medallas que no merece.
A toro pasado puede decirse que, de haber querido, el ayuntamiento se hubiera podido defender más de la primera reclamación, buscando que el asunto llegara hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En lugar de eso, recordemos que el alcalde se mostró más que apresurado por pagar la deuda y firmó un convenio por alrededor de $ 300 millones, que afortunadamente no tuvo valor legal ninguno.
Si ese convenio hubiera sido aprobado, entonces se hubieran tenido que pagar esos $ 300 millones en lugar de lo que terminó pagándose.
Este asunto servirá de lección para futuras administraciones.
Por un lado, servirá para que aprendan que andar otorgando permisos de construcción ilegales puede costarles varios millones de pesos. No estoy hablando de un foco amarillo, estoy hablando de un foco rojo y de un problema que le explotará en la cara al ayuntamiento más pronto que tarde.
También servirá para que aprendan que el área legal del ayuntamiento debe tratarse con la máxima importancia, contando con abogados bien pagados y altamente capacitados, capaces de defender bien y con éxito al ayuntamiento.
Y aunque las denuncias penales y administrativas siguen caminando y aún no conocemos sus resultados, servirán para que los que aspiren a cargos en el gobierno municipal sepan que sus actos y omisiones tienen repercusiones legales. Pueden terminar multados, inhabilitados y en la cárcel.
Otra lección que nos deja este asunto es que, lamentablemente, la mayoría de las organizaciones empresariales en la ciudad no sirven para nada, salvo para desayunar y tomar café.
Es notable que ni una sola de ellas movió un dedo para tomar acciones legales contra los responsables. De quejarse y señalar no pasaron.
Con gobernantes como el Químico y con organizaciones empresariales como las que tenemos, se ve difícil lograr cambios en beneficio de la comunidad, pero de eso a arrojar la toalla y permitir que los ineptos y corruptos se salgan con la suya, hay una enorme diferencia. A seguir combatiéndolos hasta que las cosas cambien.
Fotos de archivo con fines ilustrativos
DAVID CRISTÓBAL ÁLVAREZ BERNAL
Director fundador del Bufete Álvarez & Asociados y presidente de Acciones Colectivas de Sinaloa AC
