Mazatlán, Sinaloa, 17 de enero de 2019.-Vecinos respaldan y aplauden la decisión del alcalde Luis Guillermo Benítez Torres:
es importante que los desarrolladores inmobiliarios sepan que van a respetar la ley”
Acostumbrados a hacer su voluntad bajo el tramposo argumento de atraer inversión y generar empleo, algunos desarrolladores inmobiliarios se apropiaron del progreso urbano de la ciudad sin importarles la sustentabilidad y muchos menos la opinión de los vecinos que han denunciado reiteradamente que “el progreso a cualquier precio no es bienvenido en Mazatlán”.
Recientemente el desarrollador Carlos Rivera Vega, nieto del respetable Joaquín Vega, directivo y socio de la Cervecería del Pacífico, acusó al presidente municipal Benítez Torres de negarle el permiso de demolición de la finca ubicada en la esquina de las calles Sixto Osuna y Paseo Olas Altas, en el actual restaurante Puerto Viejo, donde insiste en construir una torre de 12 niveles en un terreno menor de 400 metros cuadrados, a lo que los vecinos se han opuesto desde 2017 cuando reunieron más de 27 mil firmas que respaldaron la oposición a tan criticado proyecto que viola reglamentos y disposiciones legales federales, estatales y municipales, como lo han denunciado los representantes de los vecinos Alfredo Gómez Rubio, Anton Jonsson y Mario Martini, quienes aplaudieron la decisión de Benítez Torres al decir que “es importante que los desarrolladores inmobiliarios respeten la ley”.
Durante 2017 y 2018, Rivera Vega echó mano de sus relaciones políticas y sociales para vencer la resistencia ciudadana y presionar a los entonces presidentes municipales Fernando Pucheta Sánchez –que ordenó la revisión del proyecto y permisos que sospechosamente autorizó el panista Carlos Felton González en 2016- y Joel Boucieguez que ante la presión social ordenó al entonces director de Planeación Municipal del Desarrollo Sustentable, arquitecto Raymundo Martínez, que hiciera otra revisión profunda del proyecto y las eventuales violaciones a disposiciones legales que protegen al Centro Histórico, como el Plan Parcial del Instituto Municipal de Planeación -que establece las alturas máximas en la zona- y la normatividad del Instituto Nacional de Antropología e Historia en cuanto a la protección de zonas de monumentos históricos y patrimonio cultural. Durante estos dos últimos años, el gobernador del estado Quirino Ordaz Coppel se mantuvo al margen.
En noviembre de 2018, los representantes vecinales se entrevistaron con el presidente municipal Benítez Torres y el director de Planeación del Desarrollo Sustentable, arquitecto Victor Sainz Sánchez, quien reconoció que era imposible construir una torre en un espacio tan pequeño, además de violar varias disposiciones legales, como lo ha sustentado jurídicamente el Bufete Alvarez & Asociados que representa a los vecinos. En reuniones posteriores con el químico, los vecinos denunciaron que la íntima relación de su Director de Planeación con los arquitectos del proyecto complicaba el tema en términos de legalidad, transparencia e impacto político, en caso de que el permiso se otorgara finalmente.
En este contexto, Benítez Torres respondió directamente al empresario Carlos Rivera Vega:
no nos vamos a dejar chantajear ni por políticos ni por empresarios ni por medios de comunicación. Parece que no les ha quedado claro que vamos a cumplir la Ley y que no aceptaremos chantaje o presiones de ese tipo”.
Confirmó Benítez Torres que no permitirá que construya una torre ni de 6 niveles porque el Plan Parcial del Centro Histórico-Implan lo prohíbe y agregó que el dictamen del uso de suelo fue emitido erróneamente sobre Paseo Olas Altas, cuando la documentación acredita la dirección oficial sobre la calle Sixto Osuna.
Tampoco cuenta con la factibilidad de la Secretaría de Salud, que obtuvieron posteriormente el 16 de noviembre de 2018…, y se le permitió que pagaran cuando legalmente no debían de hacerlo”.
Agregó que el expediente se encuentra en la Dirección de Planeación del Desarrollo Sustentable, pero adelantó que negarán el permiso hasta que el proyecto sea ajustado al Plan Parcial del Centro Histórico.
El Químico de antes.
- Breve Historia
Paralelo 23 ha documentado la infinidad de irregularidades que tiene el proyecto que viene desde la administración del panista Felton González que lo aprobó de manera irregular, además de que muchos de los requisitos ya expiraron.
En reunión con el presidente Benítez Torres –celebrada en el despacho presidencial el 7 de noviembre 2018-, los presidentes del Patronato del Centro Histórico y la asociación civil Todos Somos Sinaloa Alfredo Gómez Rubio y Mario Martini, respectivamente, así como de Anton Jonson, representante de los vecinos directamente afectados, y del abogado Daniel Tenorio, representante legal de los ciudadanos, el director de Planeación del Desarrollo Sustentable de Mazatlán y ex presidente del Colegio de Arquitectos de Mazatlán, arquitecto Víctor Sainz Sánchez, coincidió en que “el tamaño del terreno en Sixto Osuna y Olas Altas –que es menor a 400 metros cuadrados- no permite la construcción de una torre”.
Los vecinos expusieron argumentos y razones jurídicas y pidieron al químico Benítez que no permita esta atrocidad, pues “de hacerlo abriría una brecha para la construcción de torres condominales en Olas Altas cuando nuestro Centro Histórico está protegido y afectaría el atractivo histórico de la zona en el mediano y largo plazo”, expuso Gómez Rubio.
Por su parte, el director del Instituto Municipal de Planeación Israel Victoria ha sostenido públicamente que el proyecto “no debe rebasar los 6 niveles”, a lo que los vecinos están dispuestos a apoyar siempre y cuando la altura del edificio no sea mayor a los 19 metros del Hotel Belmar en su parte nueva.
Además de las protecciones legales de la zona, un punto fundamental para negar el permiso de construcción es la dimensión unifamiliar del terreno –menos de 400 metros cuadrados- que no corresponde a la altura que solicitan los desarrolladores, conocido como coeficiente máximo de desplante (COS) que es del 0.8%.
Precisamente fue el panista Carlos Felton González quien unos meses antes de entregar la presidencia municipal de Mazatlán otorgó un primer permiso a la empresa Rivega para construir una torre de 12 pisos sin tener la aprobación vecinal y el respaldo jurídico y técnico de los arquitectos peritos del Instituto Nacional de Antropología e Historia con sede en Mazatlán ni de la Juna Interna del INAH-Sinaloa o del Sindicato Nacional de Arquitectos Peritos que han reiterado que el delegado Francisco Ríos Avendaño jamás los tomó en cuenta para autorizar el dictamen del proyecto y los planos correspondientes, lo que provocó una serie de denuncias de corrupción que hasta el momento no han sido atendidas por el director general del instituto, arquitecto Diego Prieto. Ante la falta de respuesta, los vecinos interpusieron el 2 de octubre anterior otra queja ante el órgano Interno de Control del INAH/Subdirección de Quejas, denuncias e inconformidades, exigiendo que la institución muestre la certificación del personal que realizó el peritaje.
En la reunión del pasado 7 de noviembre, los vecinos del Barrio de Olas Altas, al que el presidente municipal es asiduo visitante, entregaron una carta que resume su petición para evitar destruir uno de los mayores atractivos turísticos que tiene Mazatlán: el valor arquitectónico, cultural e histórico del Centro de la Ciudad.
Mazatlán, Sinaloa 7 de noviembre de 2018.
Luis Guillermo Benítez Torres.
Presidente Municipal de Mazatlán.
Presente.
Le saludo afectuosamente y de la manera más respetuosa le solicitamos apoyo con respecto a la construcción de una Torre que se pretende llevar a cabo en Calle Sixto Osuna esquina con Paseo Olas Altas.
IMPLAN, generó una tabla en la cual se permite construir hasta 60 metros de altura en todo el frente de mar en Mazatlán.
Por omisión no aclaró que la zona protegida por el decreto del Diario Oficial de la Federación, del 12 de Marzo de 2001, excluía permitir construir esas alturas en la Zona Protegida de Monumentos Históricos, que incluye el perímetro desde la Calle Pedregoso (1 cuadra arriba de Ángel Flores), pasando por todo Olas Altas hasta el cruce de la calle Covarrubias detrás de la escuela Josefa Ortiz de Domínguez. Esto lo aclaró el anterior Director del IMPLAN, mas no ha quedado corregido en el Plan Parcial del Centro Histórico.
Que es importante que los desarrolladores inmobiliarios sepan y respeten esta restricción para no incurrir en proyectos que rompan con estas leyes.
Eso independientemente (en este caso) del coeficiente de construcción que el terreno en mención no da las medidas para las alturas planeadas.
Permitir esto abriría una brecha para la construcción de Torres en Olas Altas cuando nuestro Centro Histórico ha quedado protegido y afectaría el atractivo de la zona en mediano y largo plazo.
Hotel Freeman y el edificio de Poder Judicial de la Federación fueron construidos antes de que la Zona fuera protegida por la ley Federal de Monumentos Históricos que ésta por encima de cualquier Plan Municipal.
Solicitándole su atención a la presente le agradecemos y consideramos que es importante definir un criterio sobra esta zona.
Respetuosamente
Alfredo Gómez Rubio Lemmen Meyer
Presidente
C.c.p. C. Víctor Sainz Sánchez. Director de Planeación de Desarrollo Urbano Sustentable. H. Ayuntamiento de Mazatlán, Director de Planeación Víctor Sainz coincide en que tamaño de terreno no permite torre en Olas Altas
El 12 de diciembre de 2018, el director de IMPLAN-Mazatlán, Israel Victoria, declaró que
la Torre de Carlos Rivera no debe ser mayor a 6 pisos”
Y los vecinos nuevamente exigieron al INAH que exhiba la certificación de los arquitectos peritos que autorizaron la torre de 12 pisos.
El 22 de julio 2022, el director de Planeación del Desarrollo Sustentable, arquitecto Jorge Estavillo Kelly, respondió a la solicitud de información de los vecinos que el desarrollador Carlos Rivera Vega:
Si cuenta con licencia de demolición número 15 14 68 con fecha del 29 de julio de 2022 y si cuenta con licencia de construcción número 13 34 43 que la misma aparece con fecha de expediente 25 de abril de 2017, esto es debido a que en esa fecha se solicitó. Sin embargo, no se expidió la licencia porque la propietaria promovió un juicio de nulidad mediante el cual obligó a la Dirección de Planeación del Desarrollo Urbano Sustentable expedir la licencia en fecha 18 de enero de 2021, una vez que el Tribunal Contencioso de Justicia Administrativa ordenó a la Dirección que (de) inmediato se expidiera la licencia de construcción”.
La transformación de aquél Químico al de hoy, fue brutal.