La Patria Íntima/Julio Berdegué Aznar, biólogo pesquero y hotelero

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  • Para muchos fue monedita de oro, para otros, responsable de todas las desgracias del pueblo  mazatleco.-

Por Mario Martini

Guardo para mí, el recuerdo de nuestro último encuentro:

Corpulento, ex jugador de futbol americano de los burros blancos del Instituto Politécnico Nacional, con invernales barbas Maximilianas, sagaz, perceptivo, se mete súbitamente en el recuerdo que lo lleva sin escalas a una imagen fija: un pequeño de 6 años, recargado el rostro triste sobre  malla de gallinero, cubierto con un abriguito que no le cubre las piernas desnudas, mira desfilar a un ejército fantasmal devastado por el terror, el hambre y la derrota. Se entierra en el acojinado sillón, cruza los brazos por encima de la cabeza y mira en lontananza imágenes repetidas cada día, cada noche, siempre:  el bombardeo de Guernica; soldados republicanos atrincherados detrás de una mula muerta; el desfile de soldados que llevan el uniforme y la voluntad hechos jirones; aviones del fascismo que bombardean sin clemencia a la población civil. Se le aguadean los ojos mientras corta pequeños pedazos de papel y los amasa con el índice y pulgar hasta hacer una bolita perfecta que acomoda en el escritorio para hacer otra y otra y otra.

Es una película mental recurrente: a las 4 de la tarde del 26 de abril de 1937 las legiones aéreas Cóndor y Saboia aniquilan a la población vasca de Guernica;  en las principales ciudades españolas se libran batallas fratricidas;  las sirenas ululan día y noche; los comestibles escasean; las madres lloran; los pequeños duermen debajo de las camas, escenas que el niño fijará para siempre y reproducirá de adulto, entre lágrimas, pensándose sólo.

Es una historia, incrustada en  cuerpo y alma,  que no la saben ni mis hijos…”

  • Muere el hombre, nace la leyenda

De Julio Berdegué Aznar se han contado muchas historias, pero nadie puede regatearle el amor que sin mezquindad le profesó a México, su Patria Íntima.

Nació en Madrid el 14 de abril de 1931, fecha en la que se proclamó  la segunda República Española, 5 años antes del golpe de estado que llevó al poder al dictador fascista Francisco Franco.  La infancia madrileña transcurrió sin sobresaltos, pero la vida de su familia dio un vuelco dramático por la guerra.

Atrapados en la capital española por la conflagración, su padre Julio Berdegué Bailón, médico de profesión, y su madre Ángela Aznar acordaron abandonar el país. Gracias a que el doctor hablaba varios idiomas, la familia pudo refugiarse en los campos de concentración franceses. El traslado accidentado y el cautiverio hasta encontrar un gobierno humanitario que los asilara, fue experiencia fatal para un niño que con sus padres y hermana anduvo por la desgracia y los excesos de la degradación humana.

Julio Berdegué y hermanas. Madrid 1931-Mazatlán 2007.

Ni un solo minuto de su vida dejó de agradecer al general Lázaro Cárdenas del Río haberle abierto a su familia, a la de su futura esposa Dolores Sacristán y a más de 40 mil refugiados españoles la puerta de un país maravilloso, al que llegaron sin aliento y con la esperanza extraviada una cálida tarde veracruzana de 1940, en el buque francés Flandre.

Sobre su  aportación a la bilogía marina, Ramón Enrique Morán Angulo escribe:

El biólogo Berdegué se dedicó también al estudio particular de la totoaba (Cynoscion macdonaldi, Gilbert) y su pesquería en el área de San Felipe, Baja California. La totoaba fue una importantísima especie de pez marino endémico, de la porción alta de ese mar interno de nuestro país. El trabajo apareció publicado por la Revista de la Sociedad Mexicana de Historia
Natural en el tomo XVI (1-4) diciembre de 1955.

Los mamíferos marinos de nuestro país son relativamente poco conocidos y Berdegué se ocupó de su estudio e investigación en una publicación especial titulada «La Isla de Guadalupe, México, contribución al conocimiento de sus recursos naturales», publicada en 1957, también por la Dirección General de Pesca e Industrias Conexas de la Secretaría de Marina.

En este importante y bello trabajo se aporta información sobre los mamíferos marinos, las aves, peces, flora y oceanografía de este girón de la patria, que fuera tan depredado por los extranjeros hasta épocas relativamente recientes.

El interés de Berdegué sobre los mamíferos marinos de México lo llevó a la ballena gris y, para ello, hizo un recorrido en 1956 acompañando a algunos investigadores norteamericanos en aguas de Baja California, que trajo como consecuencia el censo de la ballena (Rhachianectes glaucus, Cope) en aguas de Baja California, publicado en 1956 por la Dirección General de Pesca e Industrias Conexas, de la Secretaría de Marina.

Intervino en las investigaciones sobre la foca fina de Isla de Guadalupe, B.C. (Arctocephalus towsendi, Merriam) dando a conocer sus observaciones sobre la biología de ésta y otros pinnípedos marinos mexicanos de la isla de Guadalupe y otras islas de aquellos litorales.

El trabajo fue publicado por la Revista de la Sociedad Mexicana de Historia Natural en el Tomo XVIII, diciembre de 1958. El biólogo Berdegué desempeñó un destacado papel en las investigaciones sobre el atún y especies afines y, de paso, se ocupó también de la pesquería de camarón, aportando información estadística de la época y recomendaciones sobre obras de ingeniería (desazolves y canalizaciones) tendientes al mejoramiento ambiental de las áreas litorales de protección y crecimiento de los camarones comerciales.

Estudió la secundaria y preparatoria en el Colegio Madrid y en la Academia Hispano Mexicana donde fue compañero del también destacado biólogo mexicano Juan Luis Cifuentes Lemus.

En la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional estudió la licenciatura en Biología, titulándose en 1954 con la tesis “Peces de importancia comercial de la costa noroccidental de México”, investigación que marcó su presencia perenne en los anales de la ictiología mexicana; de 1954 a 1956 estudió una maestría en la Universidad de California en los Ángeles.

Su primer empleo fue en la Dirección General de Pesca, de la Secretaría de Marina, y luego, de 1958 a 1960, laboró como biólogo pesquero en la Comisión Interamericana del Atún Tropical, con sede en San Diego, California y Panamá. Regresó a México como director de las empresas Pesqueras de Sociedad Mexicana de Crédito Industrial, S. A.. Su trabajo en estas empresas le dio la experiencia para fundar sus propios negocios pesqueros en 1963: “Pesquera Dolores”, “Mares Tropicales” y “Tropical Marine”, llegando a construir uno de los principales complejos pesqueros mexicanos con barcos camaroneros y almacenes refrigerantes en Mazatlán y Los Ángeles, California, fábricas de hielo, congeladoras, camiones refrigerados y distribuidoras de camarón mexicano en Estados Unidos y Japón. En 1981 fue nombrado presidente de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y en 1999 creó la Fundación para la Conservación de los Picudos y Especies en Peligro de Extinción A. C.

De los múltiples y diversos reconocimientos que recibió en el área de la biología, destacan el otorgado por el Departamento del Interior de los Estados Unidos, la Fish and Wildlife Service en 1954 y el diploma de honor de la International Cooperation Administration de los EE.UU en 1995. En 2001, la Billfish Foundation de Estados Unidos reconoció su lucha a favor de la protección y conservación de los picudos.

Como egresado politécnico distinguido recibió  en  2002  la presea de honor “Amalia Solórzano de Cárdenas”, otorgada por  el Consejo Nacional de Egresados del IPN; y en 2005, la “Lázaro Cárdenas”, entregada por el Consejo Consultivo del IPN.

  • Pescador nacionalista

Al aplicar sin concesiones la reserva de especies marinas al cooperativismo nacional, el presidente Luis Echeverría Álvarez, de ribetes socialistas, ordenó en 1972 la expulsión definitiva e inmediata de la iniciativa privada de las capturas de camarón.

Foto de archivo con fines ilustrativos/La Talacha.

Con la liquidación de sus activos, Berdegué bien pudo marcharse del puerto o del país a vivir la vida sin sobresaltos, pero prefirió invertir en la industria turística de Mazatlán. Siempre enredado en la polémica, hizo millonarios a varios líderes ejidales del Venadillo, donde construyó el gran complejo turístico El Cid  –hoy integrado por los hoteles El Cid, El Moro, Granada y Marina, campos de golf, club de tenis, casas y condominios y dos marinas, una en Mazatlán y otra en Puerto Morelos de la Riviera Maya.

Antes de establecerse en el turismo, invirtió en otras pesquerías con un muy particular sentido nacionalista. No comprendía por qué comprábamos bacalao a la flota noruega, cuando “los mexicanos podemos pescarlo”. Se asoció con empresarios españoles y se fue a pescar bacalao a los mares del norte. Cuando el gobierno Noruego llegó con la cuota pactada con el gobierno mexicano, el mercado nacional ya estaba saturado con la producción de Berdegué y asociados.

Un juez federal giró  orden de aprehensión en su contra por evasión fiscal y durante 18 meses estuvo preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, donde hizo amistad y practicó tenis con el ingeniero Jorge Díaz Serrano, ex director de PEMEX, arrestado en 1983 por fraude contra la paraestatal. Los amigos, particularmente José E. Carranza Beltrán, hermano del alma, lo rescataron y pusieron de nuevo al frente del proyecto hotelero más importante de la época, detonador de la marina que hoy sostiene el desarrollo inmobiliario más importante de todos los tiempos.

Desde la tribuna empresarial criticó a los malos gobernantes y se amparó contra  acciones de gobierno que consideró anticonstitucionales, como el incremento de tarifas de agua potable. Fue amigo y enemigo del PRI y PAN, según el mono; inexplicable protector de Jorge Rodríguez Pasos y admirador de Andrés Manuel López Obrador.

Al único político que respetó al límite de la veneración fue al general Lázaro Cárdenas del Río, de quien hizo levantar en el corazón del fraccionamiento El Cid un busto, tapizado por  los cuatro costados con proclamas que interpretó como “las acciones ejemplares del Padre del México Moderno”.

  • De carne y hueso

Pocos conocen el lado profundo del hombre que como figura pública jamás rehuyó a la polémica y al escándalo, antes todo lo contrario. Sin embargo, en la intimidad, con sus 4 hijos y su esposa Dolores, revelaba su parte vulnerable. Fue un convencido de que el combate a la desigualdad debe ocurrir por tres vías: la cultura, la salud y la educación.

Antes de partir, el 21 de abril de 2007,  dio forma a un sueño recurrente: trabajó sin descanso para que Mazatlán tuviera una escuela del Instituto Politécnico Nacional, su Alma Mater, donde jóvenes y adultos tuvieran oportunidad de seguir capacitándose sin necesidad de mudarse a otras ciudades, convencido de que el futuro de México va de la mano con el de la educación superior. Desde el 21 de agosto de 2007, el Centro de Educación Continua Jorge Carranza Fraser, bautizado así por él mismo en honor a una amistad para siempre, es una opción educativa de excelencia.

A Julio Berdegué Aznar, le han colgado muchas culpas y algunas virtudes. Cinco de estas últimas son probadamente ciertas: su profunda gratitud a hombres e instituciones que le tendieron la mano en tiempos de infortunio; la lealtad sin límites para sus amigos;  el gran amor por su familia; su profundo nacionalismo; y su trabajo silencioso en materia cultural y educativa, legado que el tiempo colocará en el lugar exacto de la historia. (La Patria Íntima/Edit. Autor 2009/Mario Martini)

 

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2 thoughts on “La Patria Íntima/Julio Berdegué Aznar, biólogo pesquero y hotelero

  1. «hizo millonarios a varios líderes ejidales del Venadillo, donde construyó el gran complejo turístico El Cid –hoy integrado por los hoteles El Cid, El Moro, Granada y Marina, campos de golf, club de tenis, casas y condominios y dos marinas, una en Mazatlán y otra en Puerto Morelos de la Riviera Maya.» Esto fue después, el campo de golf vino primero, cuando se asoció con los Montero, dueños del terreno; después compró el trailer park de Chema Hernández y construyó la primera Torre, con la compra de los terrenos ejidales del Venadillo haría la marina. Fue amigo entrañable y compañero del IPN del Doctor en Biología marina y experto en camarón Héctor Chapa. Su biogrfafía estará incompleta si no se complementa con la de su esposa.

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