Sembrando decepción/Mario Martini

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  • Observatorio

«Nada ocurre, ni ocurrirá…no se molesten en denunciar…”

Para que una sociedad se mantenga inmóvil, basta con sembrar decepción de manera sistemática.

“Nada pasará, no les harán ni cosquillas, no se molesten en denunciar, ni la ida a los juzgados, es una banalidad exigir cuentas…, etc., etc..”, son eficaces herramientas de comunicación masiva capaces de provocar la catalepsia social.

En efecto, para que el status quo permanezca inmóvil debe ponerse en marcha una estrategia de comunicación social y política que siembre la decepción social. Y esto es muy sencillo de conseguir con las redes sociales que distribuyen infundios más rápido de lo que viaja un buen chisme en el vecindario.

Sin usted está en algún tipo de gobierno, mire lo que puede hacer para que siga haciendo negocios al amparo del poder y la impunidad:

  1. Magnificar en todo momento la minusvalía de instituciones que en el papel deberían controlar la corrupción, como las auditorías superior federal y estatales; órganos internos de control; comisiones legislativas de fiscalización; sindicaturas en procuración; secretarías de transparencia y rendición de cuentas; fiscalías autónomas; tribunales; etc., etc.
  2. Utilizar la soberbia y cinismo con frases como “aquí solo mis chicharrones truenan o el que manda soy yo y háganle como quieran…” Y para pasar del dicho al hecho, tomar algunas acciones secundarias, pero no menos importantes: a). Desestabilizar el ritmo natural de la ciudad, cerrando calles y avenidas a cada rato para convertirlas en festivos congales. b). Organizar festejos y homenajes insulsos con bacanales y orgías públicos a cuenta de presupuesto, claro. c). Mantener a la ciudad en condiciones de indigencia, sólo apta para el Súper Turismo (de Oxxo). d). Pagar “estudios” que difundan que ya superamos a Dinamarca y que la ciudad está entre las 10 mejores del mundo para vivir. e). Presumir compras millonarias a proveedores famosos por dar moches; y f). Viajar con cualquier pretexto, incluso al extranjero, en jet de proveedores con recursos públicos y un pliego de comisión que diga: “Entrega titulo honorífico a Mr. Tempo, embajador Mazatleco en Los Ángeles, Calif.” o algún despropósito por el estilo (mientras más ridícula la justificación, mejor).

Otra acción colateral consiste en mencionar con frecuencia la mansedumbre de tribunales federales y estatales con frases como “…lo que el viento a Juarez, ni una pluma…, nos hicieron los mandados…», etc., etc. Entre más retadora la baladronada, más posibilidades de éxito.

Enseguida hay que recordar agravios graves que no tuvieron consecuencias, acompañada de fanfarronadas tales como “les hicieron falta manos para pelarnos la…, a esos tinterillos me los paso por los…, etc.., etc ”

Aquí una lista:

  1. Desacato a sentencias firmes de tribunales federales.
  2. Denuncia penal por desvío de recursos públicos
  3. Pago millonario y expedito de juicios perdidos.
  4. Gasto excesivo en festivales, homenajes y viajes sin motivo ni resultados.
  5. Observaciones de la ASF y ASE
  6. Cacarear permisos de construcción ilegales
  7. Violar protección del patrimonio histórico y cultural.
  8. Comprar focos a precio de oro, etc., etc.

El argumento rector del plan de comunicación debe ser “nada ocurre, ni ocurrirá…no se molesten en denunciar…” Y como en efecto no habrá consecuencias inmediatas, ni jurídicas, políticas o sociales, los ciudadanos tienen garantizado el viaje a la decepción profunda, pues habrán entendido que eso de exterminar la corrupción fue una vacilada demagógica.

Ayuda mucho pasearse por Palacio como Sugar Dady o Fuck Boy de mujeres vulnerables (madres solteras, divorciadas, abandonadas, viudas, todas con hijos que mantener, etc.) y dispuestas al mejor postor. Uno que otro escándalo pasional con esposa, amante o ex funciona bien para animar a la multitud cuando se hace con humillación pública y paseíllo con la nueva amante en turno.

Bien ejecutado -con alta dosis de cinismo-, este plan garantiza que nadie saldrá a tomar por asalto el palacio ni secuestrará al alcalde para mantearlo con chapopote ni cerrará carreteras y mucho menos tendrá ánimos para andar pidiendo esa barbaridad de juicio político.

Pie de foto: el momento corresponde al triunfo de Morena en Mazatlán en 2018. El alcalde levantó el brazo de la Síndico Procurador Elsa Bojórquez Mascareño y exclamó: «ella me cuidará las manos…» Y  luego la persiguió políticamente.

Saludos cordiales

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